martes, febrero 13, 2007

Los milagros del marketing

Sin tener que hacer mucha memoria, seguramente todos podamos acordarnos que hace algo más o menos de 10 años apareció una 'golosina' entonces nueva que se vendía mucho en los kioskos y era muy popular entre los niños y adolescentes. Estoy hablando de Las Pipas. Las Pipas venían en un envase tipo sobre, que adentro tenía semillas de girasol con cáscara, tenían sal por fuera. (Trataré de seguir escribiendo sin detenerme a pensar que sólo se comía lo de adentro y la sal estaba en la cáscara! del lado de afuera!)



Esta comida para loros, que en las casas de mascotas o de semillas se podría conseguir a 4 pesos el kilogramo (exagerando) se vendía a humanos en un paquete de colores (con una flor de girasol sonriente) a 1 peso los 20 gramos. ¿Cómo es esto posible?

Yo lo atribuyo a los milagros del marketing. Tal vez podemos atribuirlo a la ignorancia de la juventud, pero... eso sería simplista y arrogante. Imaginen la siguiente situación:

Estamos en un supermercado, queremos comprar unas galletitas para acompañar nuestro desayuno, y vemos que sólo hay dos marcas disponibles. No las conocemos (podría ser que no estemos en nuestro país). Una tiene un paquete transparente, que deja ver las galletitas reales que hay dentro (con algunas migas que estas desprenden naturalmente del viaje que realizan para llegar al supermercado), y las otras con un paquete que no deja ver lo que hay dentro, pero que tiene una hermosa foto de unas galletitas perfectas, inmaculadas e impolutas. ¿Qué marca elegimos? Creo que muchos de nosotros elegimos las que nos esconden la realidad. ¿Por qué? Cada uno tendrá sus razones. La mía es: si la empresa de las galletitas tapadas tiene dinero para poner un envase de colores, gastar plata en la foto, en imprimir la foto y en pagarle a los empleados de marketing que diseñaron todo eso, entonces debe tener plata para limpiar la fábrica y hacer galletitas sanas y comibles. Tal vez, la otra, la del envase transparente, no tenga plata para marketing ni para nada y las galletitas de adentro sean naturales, reales, pero imperfectas, tal vez sean una basura incomible o llena de bacterias que provocan horribles enfermedades.

A la larga, preferimos que nos escondan la realidad, preferimos confiar en promesas de cosas ocultas y desconfiar de aquellos que nos muestran lo que están ofreciendo. Entre alguien que nos vende algo y otro que nos lo regala, mucha gente opta por el que lo vende, porque desconfía de los regalos. Pero... ¿Preferimos eso o nos acostumbraron a elegir así?

Les dejo un video sobre lo real y lo imaginario, sobre lo natural y lo artificial, sobre lo que nos hacen creer como ideal, que muestra cuánto tienen que ver la publicidad y el marketing en todo esto.


2 comentarios:

Jorge dijo...

Nooo Glorioso post!!. Pienso exactamente igual. Aunque en el video creo q era mas facil agarrar y "dibujar" a la mina con el "photoshop" y se ahorran unos pesos para la coca (?).
Muy bueno enserio...

Ringo Wall dijo...

mentira, costaban 20 centavos.
te quiero.